En los momentos actuales donde la incertidumbre se apodera de todo, parece que nos abonamos a tratar de encontrar una solución mágica que nos permita mejorar nuestra competitividad de una manera rápida y sin esfuerzo. A ésta, la hemos llamado: Transformación Digital.

Naturalmente la realidad suele ser mucho más compleja, y más allá de soluciones mágicas, debemos entender la necesidad de realizar una transformación que genere ventajas competitivas profundas y sostenidas en el tiempo. Como referencia podemos fijarnos en el arma estratégica que lleva utilizando Toyota desde hace más de 80 años y que en occidente conocemos con el nombre de Lean, ésta ha marcado el camino a seguir de muchas organizaciones en busca de la Excelencia. Aquellos que hayan tenido la valentía de adentrarse en el camino de una Transformación Lean profunda, habrán podido comprobar tanto la necesidad de esfuerzo y convicción como los resultados extraordinarios que se obtienen.

Por otro lado, y aunque ya hace muchos años que se conoce, parece que ahora ha explosionado el concepto de Transformación Digital y que según el M.I.T (Massachusetts Institute of Technology) se basa en cuatro tecnologías existentes sobre las que van a pivotar las transformaciones digitales de las empresas:

  • Blockchain: que genera relaciones de confianza digital sin necesidad de terceros.
  • Internet of Things (IoT): que permite que los objetos estén conectados entre ellos y se comuniquen de manera constante.
  • Artificial Intelligence (AI): que ofrece la capacidad de poder realizar tareas rutinarias de manera autónoma con resultados óptimos para agilizar los procesos.
  • Cloud Computing: que permite acceder a tecnologías de alto valor, trabajando de manera escalonada y controlando la inversión y el riesgo.

Estas cuatro tecnologías conjuntamente con otras ya disponibles, ofrecen multitud de posibilidades para evolucionar tanto en el modelo de negocio, como en la mejora de la gestión.

Desde nuestro humilde punto de vista, la clave estará en aquellas empresas que vean la Transformación como un todo y no como un conjunto de herramientas a aplicar en función de una necesidad concreta o una moda pasajera. Igual que no sirve de nada aplicar herramientas de gestión Lean de una manera desconectada y arbitraria, tampoco sirve pensar en usar las diferentes posibilidades que ofrece la tecnología actual sin una reflexión profunda sobre sus ventajas competitivas, los riesgos que va a traer su aplicación y el impacto que va a tener en la transformación global de la empresa.

Por ello, desde Lean Transforma pensamos que para emprender una Transformación Digital debemos ser capaces de evaluar dónde estamos de forma global, visualizando una situación futura que nos permita trazar un plan de transformación integral para avanzar de manera sólida y ordenada a través de la mejora de los procesos y el desarrollo de las personas, conjuntando de manera coherente las herramientas de gestión con las tecnologías emergentes.

Como decía Peter Drucker: “La mejor forma de predecir el futuro es crearlo”. Dependerá de nuestras decisiones de hoy, el que éste sea próspero.